Lleno de cosas que no sirven
para nada.
Lleno de elementales bolsas
de residuos.
Espero que el agua de la canilla
limpie mi cuerpo otra vez más
lo deje “limpio” de tanta
suciedad.
No hay perfume alguno que
quite ese desolador
olor a pecado y a ilusiones marchitas.
No hay duda que no llene
cada silencio que exudo por los poros
de mi cuerpo.
Que vienen desde el Alma.
y no conocen del ocaso.
Lleno de fortuitas estatuillas
conquistadas en la vacua vida.
Mutiladas por el tosco
orfebre que me fue dando “vida”.
Enfermo de ausencia, espero que sencillamente
este no sea otro día en el paraíso.
Como escucho cantar en la radio.
Como, a propósito me interrogo:.
Qué tengo para darte? Amor
desesperante.
Qué tengo para darte?
Estoy rodeado de cosas, lleno de cosas
pero ninguna de ellas
te satisfaría, te conozco.
Como yo, sabes, que el tiempo quedó
congelado esa tarde en que
sencillamente, salí a mirar al balcón
como tu cuerpo torneado y de espaldas
caminaba hacia otro destino
blanco, y eterno, contoneo de caderas.
Caminabas con la cabeza gacha.
Esperando que me vaya y en un par de días
te deje las llavez de la casa.
Qué te dije, mujer, que llevaría mis cosas,
y estuve ese tiempo, haciendo
de todo, menos pensando en qué cosas llevaría.
Por eso me fui con lo puesto
Y ahora estoy lleno de cosas,
Inservibles. Y miro al cielo, y el tiempo congelado.
Dicen que hace mucho calor en derredor,
pero, yo, me estoy muriendo de frío.
Ese insolente céfiro gélido, que inmisericorde
persiste,
como tu recuerdo, como cada uno de tus besos.-
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