jueves, noviembre 08, 2007

Aquellos

por Julio Miguel Panchuk






Entre los portazos, suda la luna vacía.

Que tanto estuve esperando

que se vacíen los campamentos.

Que la luna encienda su candelabro

para que camine, acompañado

por lo menos, por mi sombra.

Noche, qué noche..Decía Lorca: “nochera”.

Yo que me cansé, de todos los codiciosos y avaros.

Encuentro dineros enterrados,

en miles de calaveras.

Son cementerios de bruñeras,

y sufren las consecuencias

de la codicia traicionera.

Como siempre de noche, caminan,

no tienen el alma de gala,

caminan para hacer el mal.

No tienen conciencia de la suerte,

ni tampoco conciencia pensada.

Solo andan cual vagabundos,

buscando pleito

con puñales,

extraídos de alguna hoguera.

Esperando, siempre esperando.

como pedazos de diablos.

Como esperma dejada

por un borracho vomitando,

son sus piernas picadas.

Cuando hablan escupen, son de vómito el

alma.

No tienen ni calavera.

Que rezar ni hablemos!

Entre entonces, para qué nacieron?

Y todo, los une: solo viven en pos de una idea:

¡por la codicia traicionera!.-

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