
No puedo establecer límites.
No es mi pretensión, nunca lo fue,
establecer límites.
En mi hora fui y aparté
de mi camino tantas cosas,
incluso oraciones.
No se cuándo ni dónde,
comencé a amar. Pero
no me detuve.
No puedo hacer ciertas cosas
para ellas estoy inválido.
Para el dolor, la mentira, para dejar de verte.
Por más que me calle
y camine solo, por más
que ande por ahí con una cuestión pendiente.
Con una carta entre las manos,
yo, te prometo, querida.
Yo te prometo.
Que como cuando comencé a amar
no me detuve. No me detendré,
en lo absoluto, cuando recorra todo,
tu cuerpo.
Hay ciertas cosas,
que no puedo
hacer…para otras soy un artesano.